Acuerdo de Escazú: ¿Se comprometerá América Latina por el medio ambiente y los derechos humanos?

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Este 27 de septiembre 2018 América Latina tendrá una oportunidad histórica: unirse al acuerdo más importante de los últimos 20 años sobre derechos humanos y protección ambiental en América Latina y el Caribe.

El Acuerdo de Escazú representa un avance fundamental para el derecho de las personas como a acceder a la información y participar en políticas, proyectos y decisiones que afectan nuestro medio ambiente. Si se ratifica el acuerdo, nuestros países tendrán que garantizar que se escuche la voz de la sociedad civil. Las comunidades podrán opinar sobre cómo se usa y administran la tierra y los bienes naturales. Existirán nuevos mecanismos para acceder a la justicia cuando se violen sus derechos. También protegerá a las personas defensoras de los derechos ambientales. Esto es crucial en la región más peligrosa del mundo para defender las tierras, los ríos y los bosques.

 

América Latina y el Caribe atraviesan graves hechos de corrupción, violencia generalizada, conflictos sociales, amenazas y muertes a los defensores ambientales. Como respuesta a ello, este Acuerdo se convierte en el primer tratado de derechos humanos en materia ambiental en la región, pues incorpora un artículo con disposiciones para la protección de los defensores del medio ambiente y una definición de personas o grupos en una situación de vulnerabilidad relacionada con estos derechos.

Las amenazas y asesinatos se incrementan en el mundo para aquellos que defienden los derechos humanos. Según informe de Front Line Defenders, en 2017, 312 defensores/as en 27 países fueron asesinados, de los cuales, 212 (es decir, el 67,9% del total) se registran en Latinoamérica y el Caribe (LAC). Asimismo, el 67% de las víctimas defendía derechos sobre la tierra, al medio ambiente y de los pueblos indígenas, casi siempre en el contexto de actividades de industrias extractivas, megaproyectos y grandes empresas. Por su parte, la investigación de Global Witness en 35 países evidenció alto grado de violencia y muerte de las y los defensores: entre 2002 y 2015, se habían asesinado más de 1100 defensores del medio ambiente. En 2015, el promedio en los países investigados fue de tres asesinatos por semana.

Urgen, entonces, medidas de protección para los defensores de derechos humanos, y en especial a “las personas y grupos de personas que se esfuerzan por proteger y promover los derechos humanos relacionados con el medio ambiente”. En efecto, para John Knox, Relator Especial sobre las obligaciones de derechos humanos relativas al disfrute de un medio ambiente seguro, limpio, sano y sostenible de las Naciones Unidas (ONU), estas personas y grupos “se encuentran entre los defensores de los derechos humanos más expuestos a riesgos, los cuales son particularmente graves para los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales que dependen del medio natural para su subsistencia y su cultura”.

Michael Forst, el Relator Especial sobre la situación de los defensores de los derechos humanos de la ONU señala que “‘los derechos ambientales y sobre la tierra están interrelacionados y a menudo son inseparables. Por consiguiente, las dos grandes categorías de defensores de los derechos ambientales y defensores de los derechos sobre la tierra suelen definirse bajo las expresiones ‘defensores de los derechos ambientales y sobre la tierra’, ‘defensores de los derechos ambientales o simplemente ‘activistas ambientales’”.

El pasado 7 de marzo, 24 países de América Latina y el Caribe aprobaron un instrumento muy importante para la protección de los defensores ambientales: el Acuerdo de Escazú (Principio 10 de la Declaración de Río). Instrumento que necesita ser ratificado, aprobado o adherido por 11 países para que entre vigor, durante dos años, desde setiembre de 2018 a setiembre de 2020.

Miles de personas en toda América Latina y el Caribe pueden enviar un poderoso mensaje directo al corazón de las Naciones Unidas y de todas las Américas. Podemos mostrarle a los gobiernos que, como ciudadanos, respaldamos por completo la protección del ambiente y los derechos humanos, y que les requerimos unirse a este vital acuerdo en el menor tiempo posible.